Estaba yo lo mas campante con mi vestidico acampanado en la fila del supermercado, cuando derepente un cincuenton buenmozisimo de piel bronceada por el tenis del domingo y ojos color turquesa,me fija los ojos, y con una sonrisa me dice: "disculpame...¿estas embarazada?"...
al agarrarme tan desprevenida no pude pensar respuestas geniales, asi que solo respondi con un: "no, estoy un poco gorda"
el buen mozo se deshizo en excusas, que la blusa, que el perfil, que la fila con prioridad embarazada...a mi me hizo sentir tan mal que el buen mozo quedara expuesto... mientras me acomodaba el lazo del vestido para disimular mi abdomen se me ocurrian mil y una respuestas divertidas y atrevidas que pudieran descomprimir la situacion, del estilo: no, pero si queres puedo estarlo, no se todavia no me vino, si, cual es la caja futuramamá?, genial, gracias ahi voy...pero no, quede mascullando mientras el buen mozo desempacaba su chango (por supuesto yo llevaba canasta, ya publicaré mi teoria chango-canasta)y su hijo adolesecente aneico le contaba sobra las actividades del cole y su hija flacucha y ojerosa jugaba con las rueditas del chango, yo pensaba: esta bien, el señor quiso ser educado y a una le cae mal, el señor no tiene la culpa de tus sanguchitos de salchichon primavera, ni de tu vestido corte princesa...los vi salir muy felices del supermercado imaginando donde estaria la madre de esos niños...el es tan bueno, que hace las compras con sus hijos para toda la semana...o quiza ella haya muerto y el haya prometido ser absolutamente cordial por el resto de sus dias...o tal vez el le haya prometido fidelidad eterna...y ve a las mujeres solo como mecanismos con posibilidad de engendrar...
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